¿Quién paga la paga extra en un ERTE?

Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) son medidas que permiten a las empresas suspender temporalmente los contratos o reducir la jornada laboral de sus trabajadores, en situaciones de crisis o fuerza mayor.

Una duda frecuente que surge entre los trabajadores afectados por un ERTE es quién se hace cargo de la paga extra. La paga extra es una remuneración extra que se recibe cada año, normalmente en el mes de junio y diciembre.

En un ERTE, la empresa es la encargada de abonar la paga extra a sus empleados. Aunque se esté en suspensión temporal de empleo o se haya reducido la jornada laboral, la empresa tiene la obligación de pagar la parte proporcional de la paga extra correspondiente al período trabajado.

En el caso de los trabajadores afectados por un ERTE de suspensión de empleo, es decir, aquellos que no trabajan durante el período de aplicación del ERTE, la empresa deberá abonar la parte proporcional de la paga extra correspondiente al tiempo trabajado antes de la suspensión.

En cuanto a los trabajadores en ERTE con reducción de jornada laboral, la empresa también deberá abonar la parte proporcional de la paga extra correspondiente al tiempo trabajado. En este caso, el cálculo se hace teniendo en cuenta la jornada reducida aplicada durante el período en el que se haya reducido.

Es importante tener en cuenta que la empresa puede optar por pagar la paga extra de forma prorrateada a lo largo del año, en lugar de hacerlo en junio y diciembre. Esto dependerá de la situación financiera de la empresa y de lo estipulado en el convenio colectivo aplicable.

En resumen, en un ERTE es la empresa quien paga la paga extra, abonando la parte proporcional correspondiente al tiempo trabajado antes de la suspensión o la reducción de jornada.

¿Que tiene que pagar el empresario en un ERTE?

Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida que puede tomar una empresa cuando se enfrenta a una situación de crisis o dificultades económicas que requiere reducir temporalmente su plantilla laboral. En un ERTE, el empresario no tiene que pagar el salario completo a los trabajadores afectados.

En primer lugar, el empresario debe tener en cuenta que debe seguir pagando las cuotas de la Seguridad Social de los trabajadores, tanto la parte que corresponde a la empresa como la parte que corresponde al trabajador. Esto significa que, aunque los trabajadores afectados por el ERTE no estén trabajando, siguen teniendo derecho a la cobertura de la Seguridad Social.

Además, el empresario tiene la responsabilidad de abonar una parte del salario a los trabajadores afectados por el ERTE. Esta parte se establece en el convenio colectivo o en el acuerdo alcanzado con los representantes de los trabajadores. En algunos casos, esta parte puede ser el 100% del salario, pero en la mayoría de los casos suele ser una proporción menor. También es importante tener en cuenta que hay un límite máximo establecido por ley para la cuantía de esta parte del salario.

Asimismo, el empresario también tiene que pagar las indemnizaciones correspondientes en caso de despido. Es decir, si finalmente la situación económica de la empresa no mejora y se decide prescindir definitivamente de los trabajadores afectados por el ERTE, el empresario debe abonarles las indemnizaciones correspondientes según lo establecido en la legislación laboral.

En resumen, en un ERTE, el empresario tiene que pagar las cuotas de la Seguridad Social de los trabajadores, abonar una parte del salario establecida en el convenio o acuerdo con los representantes de los trabajadores, y pagar las indemnizaciones en caso de despido. Es importante tener en cuenta que estas obligaciones pueden variar dependiendo de la legislación laboral de cada país.

¿Cómo afecta el ERTE a la paga extra?

El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es una medida que permite a las empresas suspender la actividad laboral de sus trabajadores de manera temporal debido a circunstancias excepcionales, como en el caso de la pandemia del COVID-19. Esta situación ha generado muchas dudas en cuanto a los derechos económicos de los empleados, entre ellos, la paga extra.

El ERTE puede afectar directamente a la paga extra de los trabajadores, ya que durante el período de suspensión de la actividad laboral, se puede ver reducida o eliminada por completo. Esto se debe a que el cálculo de la paga extra se realiza en función de los días trabajados en el año, por lo que si se ha estado en suspensión de empleo y sueldo durante varios meses, es probable que la paga extra se vea reducida proporcionalmente.

Es importante tener en cuenta que la paga extra puede variar dependiendo del convenio colectivo, por lo que es recomendable revisar las condiciones específicas de cada trabajador. En algunos casos, es posible que se acuerde con la empresa el pago de una parte de la paga extra durante el período de suspensión del contrato.

En cualquier caso, es fundamental buscar información y asesoramiento legal para conocer en detalle cómo afecta el ERTE a la paga extra y cuáles son los derechos y condiciones específicas de cada trabajador. Además, es importante estar al tanto de las novedades legislativas y posibles modificaciones que puedan afectar esta situación.

¿Cuando cobras el paro hay pagas extras?

Cuando cobras el paro, es importante tener en cuenta si existen pagas extras incluidas en el subsidio. La respuesta es que no se reciben pagas extras durante la percepción del paro.

El paro, conocido también como prestación por desempleo, es un beneficio económico que el trabajador en situación de desempleo recibe mensualmente para cubrir sus necesidades básicas mientras busca un nuevo empleo.

Este subsidio se calcula en base a las cotizaciones a la Seguridad Social realizadas durante el periodo de empleo. Se tiene en cuenta el tiempo cotizado y el salario percibido para determinar la cuantía del paro.

El pago del paro se realiza mensualmente, generalmente a principio de mes, y se seguirá recibiendo hasta que la persona encuentre un nuevo trabajo o agote el tiempo máximo a percibir el subsidio. En algunos casos, se puede solicitar una prórroga del paro si se cumplen ciertos requisitos.

Es importante tener en cuenta que el paro no incluye las pagas extras que se recibían durante el periodo de empleo. Las pagas extras son un complemento al salario que se paga periódicamente, generalmente una o dos veces al año. Estas pagas pueden corresponder a fechas como Navidad o verano, y su cuantía varía en función del salario y del convenio colectivo aplicable al trabajador.

En resumen, no se reciben pagas extras durante la percepción del paro. El subsidio por desempleo se paga mensualmente y su cuantía se determina en base a las cotizaciones a la Seguridad Social realizadas durante el periodo de empleo.

¿Que se cobra en el ERTE?

El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es una medida que permite a las empresas suspender o reducir temporalmente los contratos de sus trabajadores. Durante este periodo, los empleados reciben una prestación económica conocida como "paro técnico".

El importe que se cobra en un ERTE depende de varios factores. En primer lugar, se tiene en cuenta la base de cotización del trabajador, que es el salario que se utiliza para calcular sus cotizaciones a la Seguridad Social. También se considera el periodo de tiempo en el que se ha realizado el ERTE.

En general, la prestación económica durante un ERTE es del 70% de la base reguladora del trabajador. Sin embargo, existen ciertos límites y mínimos establecidos por la ley. Por ejemplo, el importe mínimo a cobrar durante un ERTE es el 70% del salario mínimo interprofesional (SMI) y el máximo es el triple de dicho salario.

Es importante destacar que existen variaciones en los importes que se cobran en el ERTE dependiendo del motivo del mismo. Por ejemplo, si el ERTE es por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, se cobra el 70% de la base reguladora. En cambio, si el ERTE es por causas de fuerza mayor, el importe a cobrar es el 70% de la base reguladora.

En resumen, durante un ERTE se cobra una prestación económica que corresponde al 70% de la base reguladora del trabajador, con ciertos límites mínimo y máximo establecidos. Este importe varía dependiendo del motivo del ERTE y se calcula en función del salario y el periodo de tiempo en el que se lleva a cabo.

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