Con el inicio de la pandemia, el gobierno implementó el conocido como ERTE, un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, una medida que permitía a las empresas suspender temporalmente los contratos laborales de los trabajadores para reducir los costes laborales debido a la situación económica derivada del COVID-19.
Sin embargo, es importante destacar que los trabajadores que se encuentran en un ERTE no pierden sus derechos laborales, como la protección social o el derecho a recibir sus prestaciones, aunque sí ven reducida su jornada laboral y, con ella, su salario. Además, desde junio de 2020, se estableció que las empresas debían pagar el 30 por ciento de las cotizaciones a los trabajadores en ERTE, una medida que buscaba hacer frente a la crisis económica sin perjudicar a los trabajadores.
El pago del 30 por ciento de las cotizaciones a la Seguridad Social por parte de la empresa tiene como objetivo mantener la protección social de los trabajadores en situación de ERTE, lo que incluye la prestación por desempleo y el acceso a la sanidad pública. De esta forma, el Estado evita que la carga económica recaiga enteramente sobre los trabajadores, que ya sufren una reducción de sus ingresos.
Es importante mencionar que el pago del 30 por ciento de las cotizaciones a la Seguridad Social por parte de las empresas no aplica en todos los casos de ERTE y puede variar en función del tipo de ERTE. Además, las empresas que no cumplen con el pago del 30 por ciento pueden ser sancionadas por la Seguridad Social.
En resumen, el pago del 30 por ciento de las cotizaciones a la Seguridad Social por parte de las empresas es una medida para mantener la protección social de los trabajadores en situación de ERTE, evitando que los trabajadores se vean aún más perjudicados por la crisis económica derivada de la pandemia.
En un ERTE, el Servicio Público de Empleo Estatal, o SEPE, se encarga de abonar la parte correspondiente a la prestación por desempleo a los trabajadores afectados por la medida.
El porcentaje que paga el SEPE en un ERTE es del 70% de la base reguladora del trabajador durante los primeros 180 días.
Después de ese periodo, el porcentaje baja al 50% de la base reguladora. En ambos casos, existe un tope máximo y mínimo establecido por la ley.
Es importante tener en cuenta que los trabajadores pueden solicitar el subsidio por desempleo mientras dure el ERTE, y que cobrarán la parte que les corresponde en función de su base de cotización y de los días trabajados en el mes anterior al inicio del ERTE.
Además, el SEPE también se encarga de gestionar otras ayudas y prestaciones, como el subsidio especial para empleados de hogar afectados por un ERTE o la prestación extraordinaria para trabajadores autónomos.
En resumen, el SEPE cubre una parte importante de la prestación por desempleo durante un ERTE, aunque es importante conocer las condiciones y requisitos para acceder a ella y saber cómo se calcula.
Un ERTE es un expediente de regulación temporal de empleo, una medida temporal que permite a las empresas suspender los contratos laborales de sus empleados. Durante un ERTE, ¿quién paga la paga extra a los trabajadores?
En un ERTE los trabajadores continúan teniendo derecho a la paga extra. La empresa debe pagarles la parte proporcional correspondiente a los meses trabajados. Sin embargo, en algunos casos la empresa no puede hacer frente a ese pago porque ha perdido ingresos.
En ese caso, el SEPE (Servicio Estatal Público de Empleo) se hace cargo del pago de la parte de la paga extra que la empresa no puede abonar. Esta ayuda se llama "prestación por desempleo provocada por un ERTE".
Es importante destacar que, en cualquier caso, los trabajadores siempre recibirán la parte proporcional que les corresponde de su paga extra, aunque sea a través de la ayuda del SEPE. En otras palabras, la paga extra en un ERTE se sigue pagando, pero puede ser que sea la empresa o el SEPE quien se haga cargo de ella.
El ERTE ETOP es una medida temporal que permite que las empresas suspendan los contratos laborales por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción. En este contexto, una pregunta fundamental es: ¿Cuánto tiempo puede una empresa estar bajo el ERTE ETOP?
La duración del ERTE ETOP depende de varios factores. En primer lugar, la empresa debe haber demostrado la existencia de una causa económica que justifique la suspensión de los contratos. Si se cumple este requisito, la duración del ERTE ETOP puede ser de hasta 6 meses.
Si es necesario, la empresa también puede solicitar una prórroga del ERTE ETOP, que puede durar otros 6 meses. Sin embargo, para obtener una prórroga del ERTE, la empresa debe demostrar que la situación económica que justificó el ERTE todavía existe.
Es importante tener en cuenta que, en general, el ERTE ETOP no puede durar más de un año. En otras palabras, si la empresa ha estado en el ERTE ETOP durante 6 meses y ha obtenido una prórroga de otros 6 meses, deberá volver a evaluar su situación económica al final del año.
En conclusión, el tiempo que una empresa puede estar en el ERTE ETOP varía según la situación económica de la empresa y la duración de la prórroga solicitada, pero no puede exceder un año. Por lo tanto, es importante que las empresas encuentren soluciones permanentes a sus problemas financieros para evitar la necesidad de aplicar medidas temporales como el ERTE ETOP.
Uno de los temas más importantes al hablar de un ERTE es la Seguridad Social. Mucha gente se pregunta quién corre a cargo de pagarla durante este período de suspensión temporal de empleo. Lo cierto es que existe un acuerdo entre el Gobierno y las empresas para garantizar que tanto el trabajador como el empresario tengan cubiertas sus obligaciones fiscales.
El Gobierno español, a través del Ministerio de Trabajo y Economía Social, ha creado una serie de medidas para paliar las consecuencias del ERTE. En este sentido, se ha establecido que la Seguridad Social de los trabajadores será pagada por el Estado en un 70%, mientras que las empresas abonarán el 30% restante. Esta medida se mantendrá durante todo el período de suspensión temporal de empleo y se aplicará sobre la base de cotización del trabajador.
Es importante tener en cuenta que, si bien el Estado asume una buena parte de la Seguridad Social, esto no exime a las empresas de ciertas obligaciones. Por un lado, las empresas deberán abonar el salario correspondiente a los trabajadores mientras dure el ERTE. Por otro lado, deberán garantizar el mantenimiento de las condiciones laborales y de seguridad que correspondan a cada trabajador.
En conclusión, durante un ERTE la Seguridad Social es cubierta en gran parte por el Estado, pero las empresas también tendrán que hacer su aporte y cumplir con sus obligaciones contractuales. Cada empresa deberá analizar su situación particular para determinar cómo se aplicará el ERTE y cómo afectará a sus trabajadores y obligaciones fiscales.