El estado de alarma es una medida excepcional que puede ser decretada por el Gobierno en situaciones de grave riesgo o catástrofe que afecten de manera generalizada a la población.
Se trata de una situación extraordinaria en la que se limitan ciertos derechos y libertades de los ciudadanos con el objetivo de proteger el orden público, la seguridad y la salud pública.
Durante el estado de alarma, el Gobierno puede adoptar medidas como el establecimiento de restricciones a la movilidad, el cierre de establecimientos, la limitación de reuniones y eventos, la requisición de bienes y servicios, entre otras.
Esta medida se encuentra regulada en la Constitución española y debe ser aprobada por el Congreso de los Diputados en un plazo máximo de 15 días desde su declaración.
El estado de alarma tiene una duración determinada y una vez finalizado, se restablecen los derechos y libertades suspendidos durante su vigencia.
En resumen, el estado de alarma es una medida excepcional que se utiliza para hacer frente a situaciones de emergencia y requiere de la aprobación del Congreso de los Diputados. Durante su vigencia, se pueden establecer restricciones y limitaciones a los derechos y libertades de los ciudadanos con el fin de proteger el orden público y la seguridad.