Un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es una medida que se aplica cuando una empresa se ve en la necesidad de reducir temporalmente su plantilla, bien sea por razones económicas, técnicas, organizativas o productivas.
Ante la situación actual de crisis sanitaria provocada por la pandemia mundial del COVID-19, muchos empleadores se han visto obligados a recurrir a esta medida para poder mantener su actividad.
En este sentido, es importante conocer las retenciones que se aplican en un ERTE, tanto para el trabajador como para la empresa.
En el caso del trabajador, la retención que se aplica sobre las prestaciones por desempleo es del 2%. Esto significa que en la nómina que se recibe mensualmente, se aplicará una deducción del 2% del importe que corresponde a la prestación por desempleo.
Por otro lado, para la empresa, la retención que se aplica al abono de la prestación por desempleo es del 100%. Esto implica que la empresa deberá abonar integramente la cantidad correspondiente al trabajador, pero posteriormente podrá proceder a la deducción del importe en la correspondiente liquidación de impuestos.
En conclusión, es importante conocer las retenciones que se aplican en un ERTE tanto para trabajadores como para empresas, y así poder planificar de manera efectiva el impacto que esta medida puede tener en la economía de ambas partes.
El ERTE o Expediente de Regulación Temporal de Empleo se ha convertido en una herramienta fundamental para muchas empresas durante la crisis del COVID-19.
Con este mecanismo, se suspenden temporalmente los contratos laborales y se reducen las horas de trabajo de los empleados, lo que implica una disminución en sus ingresos mensuales.
Pero, ¿cómo afecta esto a la declaración del IRPF?
En primer lugar, hay que diferenciar entre las prestaciones recibidas durante el periodo de suspensión del contrato y las ayudas recibidas por parte del Estado.
Las prestaciones por ERTE se consideran rendimientos del trabajo y tributan en el IRPF. Esto significa que, aunque se trata de una ayuda económica, está sujeta a impuestos y se tiene que declarar en la renta.
La cantidad a declarar será la suma total de todas las prestaciones recibidas durante el periodo del ERTE, que deberán figurar en el certificado que emita la empresa.
Por otro lado, las ayudas recibidas del Estado, como el conocido como ERTE de fuerza mayor, no están sujetas a tributación en el IRPF.
En resumen, mientras que las prestaciones por ERTE sí tributan en la declaración del IRPF, las ayudas del Estado están exentas. Es importante tener esto en cuenta al elaborar nuestra declaración de la renta para no cometer errores y evitar problemas con la Agencia Tributaria.
La crisis sanitaria del COVID-19 ha supuesto un duro golpe no solo para la salud, sino también para la economía del país. Muchas empresas han tenido que suspender temporalmente su actividad debido a las restricciones impuestas por el gobierno para evitar la propagación del virus. Para hacer frente a esta situación, se ha recurrido a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que permiten a las empresas reducir la jornada de trabajo o suspender los contratos de sus trabajadores temporalmente.
Si eres uno de los afectados por un ERTE, es importante que sepas cuál será su impacto en tu renta. En primer lugar, hay que tener en cuenta que los trabajadores en ERTE siguen cotizando a la Seguridad Social, por lo que no se interrumpe su vida laboral. Sin embargo, durante el tiempo que dure el ERTE, la nómina se reduce considerablemente, lo que implica una disminución de los ingresos anuales.
En cuanto a la declaración de la renta, la reducción de ingresos puede tener un efecto positivo. En este sentido, se puede solicitar la devolución de parte de las retenciones realizadas por la empresa en los meses que se ha estado en ERTE. Además, el Ministerio de Hacienda ha establecido una serie de medidas excepcionales para que los afectados por ERTE no sufran perjuicios en la presentación de su declaración de la renta.
No obstante, hay que tener en cuenta que la inclusión de prestaciones por ERTE en la renta puede afectar al resultado final. Esto se debe a que dichas prestaciones tributan como rendimientos de trabajo, y, por tanto, se sumarán a los ingresos percibidos durante el año. Por lo tanto, pueden situar a algunos trabajadores en un tramo de renta superior y, por consiguiente, aumentar el importe de la declaración.
En resumen, el ERTE puede tener un impacto relevante en la renta, tanto en lo que se refiere al descuento de las retenciones como al incremento de las prestaciones percibidas. Por ello, es fundamental informarse y conocer todos los detalles para poder tomar las decisiones que mejor se adapten a cada situación personal.
El Servicio Público de Empleo Estatal, conocido como SEPE, es el organismo encargado de gestionar el empleo en España. Una de las funciones del SEPE es el pago de prestaciones por desempleo a aquellos trabajadores que han perdido su empleo.
En el momento en que un trabajador solicita la prestación por desempleo al SEPE, se le aplican una serie de retenciones que dependen del tipo de prestación que se vaya a recibir y de la situación económica del trabajador en el momento de solicitar la prestación.
Las retenciones que realiza el SEPE tienen como objetivo garantizar que el trabajador reciba mensualmente una cantidad estable y coherente con su situación económica. Es decir, se retiene un porcentaje de la prestación para garantizar que el trabajador no reciba una cantidad que supere sus necesidades económicas reales.
Es importante tener en cuenta que las retenciones del SEPE pueden variar en función de la situación económica del trabajador. Por ejemplo, si el trabajador tiene ingresos adicionales o si tiene hijos a su cargo, el porcentaje de retención puede ser menor. En cambio, si el trabajador no tiene ingresos o sus ingresos son muy bajos, el porcentaje de retención puede ser mayor.
En conclusión, las retenciones del SEPE son una medida para garantizar que los trabajadores en situación de desempleo reciban una prestación adaptada a sus necesidades económicas. El porcentaje de retención dependerá de la situación económica del trabajador en el momento de solicitar la prestación.
Si has estado en ERTE durante el año 2020, debes saber que la declaración de la renta es obligatoria. ¿Pero cómo hacerla?
Lo primero que debes hacer es recopilar toda la documentación necesaria, como el Certificado de Retenciones, el informe de ingresos de la Seguridad Social y cualquier otra documentación relativa a tus ingresos y retenciones.
Luego, debes tener en cuenta que en el caso de estar en ERTE, se considera que tu situación laboral ha cambiado y, por lo tanto, tus ingresos y retenciones serán diferentes. Por esta razón, es importante revisar detalladamente los datos fiscales que aparecen en el borrador de la declaración de la renta, y, si es necesario, realizar las correcciones oportunas.
También es importante destacar que los ingresos percibidos por el ERTE se consideran rendimientos del trabajo, por lo que se someten a la misma tributación que el salario habitual. Sin embargo, en algunos casos, es posible que se apliquen algunas deducciones fiscales específicas.
En resumen, si has estado en ERTE durante el año pasado, no te olvides de hacer la declaración de la renta antes de que finalice el plazo. Revisa detalladamente la información fiscal y consulta a un profesional si tienes dudas o necesitas ayuda para realizar la declaración.