Cuando se habla de una empresa de responsabilidad limitada, se hace referencia a una forma de organización empresarial en la que la responsabilidad de los socios está restringida al capital que han aportado.
En otras palabras, si la empresa contrae deudas o se enfrenta a problemas legales, los propietarios no tendrán que responder personalmente por las obligaciones de la compañía. Su responsabilidad se limita al dinero que han invertido en la empresa.
Este tipo de empresa es comúnmente conocida como Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) o Limited Liability Company (LLC) en países de habla inglesa. Es una forma de empresa que combina las ventajas de las empresas individuales, donde una persona es responsable de todas las ganancias y pérdidas, con las grandes empresas, donde los inversores pueden tener una participación en la propiedad y las operaciones.
La creación de una empresa de responsabilidad limitada es muy sencilla, y la mayoría de las veces sigue un procedimiento estándar. Además, puede tener uno o más propietarios que aportan capital, contribuyendo así al desarrollo y crecimiento del negocio.
En resumen, una empresa de responsabilidad limitada es una buena opción para aquellos que buscan proteger sus bienes personales, mientras que siguen teniendo la oportunidad de invertir en su propio negocio. Es importante tener en cuenta que cada país tiene sus propias leyes y regulaciones en cuanto a la constitución de estas empresas, por lo que es fundamental informarse antes de tomar cualquier decisión.