Si eres trabajador por cuenta ajena o pensionista, estarás familiarizado con la retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
El objetivo de esta retención es que las personas físicas no tengan que hacer frente al pago total del impuesto al final del año fiscal, sino que se vaya descontando mes a mes de su salario o pensión.
Según el artículo 98 de la Ley del IRPF, la retención correspondiente dependerá del nivel de ingresos del contribuyente. En ese sentido, si tu salario no supera los 12.450 euros anuales, no se te aplicará retención alguna de IRPF.
Si tus ingresos están entre los 12.450 y los 20.200 euros al año, la retención a aplicar será del 9%. Si, en cambio, tus ingresos están entre los 20.200 y los 35.200 euros anuales, la retención será del 12%.
En resumen, la cantidad exacta de IRPF que se te retendrá dependerá de tu nivel de ingresos y se aplicará de forma proporcional a medida que aumenten tus ganancias.
Para calcular el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que te corresponde en la nómina, es necesario tener en cuenta algunos factores clave. En primer lugar, debes conocer tu base liquidable, es decir, el salario bruto menos las cotizaciones a la Seguridad Social.
Luego, debes aplicar la escala de gravamen correspondiente al nivel de ingresos que tienes, la cual varía cada año y está establecida por la Agencia Tributaria. De esta manera, se determinará el porcentaje de retención que se aplicará a tu salario bruto. Su resultado será tu salario neto, que es lo que realmente recibirás en tu cuenta bancaria.
Es importante destacar que existen algunas variables que pueden afectar a tu retención de IRPF cada mes, como el número de hijos a cargo, las aportaciones a planes de pensiones o la situación laboral. Por tanto, es recomendable consultar con un asesor fiscal o utilizar una calculadora de IRPF que te permita obtener un cálculo preciso y ajustado a tus circunstancias específicas.
En última instancia, debes comprobar que la cantidad final de IRPF que se te retiene cada mes es correcta, ya que un error en su cálculo podría resultar en una devolución de cantidades no deseadas o, por el contrario, en una sanción por parte de la administración tributaria si no se ha retenido la cantidad adecuada. En resumen, conocer cómo se calcula el IRPF en tu nómina y estar al tanto de los factores que influyen en él puede ayudarte a controlar mejor tus ingresos y evitar posibles sorpresas desagradables.
En ciertas situaciones, es necesario retener el 2 % del total de una transacción. Esta retención se realiza con el objetivo de cumplir con las obligaciones fiscales establecidas por las leyes y normativas de cada país.
Una situación en la que se retiene el 2 % es al realizar un pago a proveedores extranjeros. Cuando se realiza una importación de bienes o servicios, el Gobierno de cada país exige que se retenga este porcentaje como un adelanto del impuesto correspondiente. De esta manera, se garantiza que se cumpla con las obligaciones tributarias en el país de origen del proveedor.
Otro ejemplo en el que se retiene el 2 % es cuando se realiza la venta de bienes inmuebles. En este caso, la retención del 2 % se hace efectiva en el momento de la firma del contrato de compraventa. Esta retención se realiza como un adelanto del Impuesto a la Renta, ya que las ganancias generadas por la venta de bienes inmuebles deben ser declaradas y tributadas en el país correspondiente.
En el caso de los pagos realizados a trabajadores independientes o profesionales, también se puede retener el 2 % en algunas situaciones en particular. Por ejemplo, si estos trabajadores no están inscritos en los registros fiscales correspondientes o no emiten facturas por sus servicios, se puede realizar una retención del impuesto correspondiente para evitar infracciones fiscales.
Es importante recordar que la retención del 2 % debe ser declarada y pagada al fisco correspondiente en los plazos establecidos por la legislación fiscal. En caso de incumplimiento, se pueden generar multas y sanciones para el pagador y el beneficiario de la transacción.