El artículo 112 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR) es una disposición legal que regula el tratamiento fiscal de las ganancias en la venta de bienes inmuebles. Este artículo establece las condiciones y los requisitos para determinar si una persona física o moral está obligada a pagar impuestos por la enajenación de inmuebles.
De acuerdo con el artículo 112 de la LISR, se considera enajenación de bienes inmuebles la venta, cesión, permuta, aportación, adjudicación o cualquier otro acto por el cual se transmita la propiedad de un inmueble. Además, también se incluyen las transmisiones en fideicomisos de bienes inmuebles.
Para determinar si una enajenación de bienes inmuebles genera una ganancia gravable, se deben considerar ciertos aspectos. En primer lugar, se toma en cuenta el valor de adquisición del inmueble, es decir, el monto pagado por el mismo al momento de haberlo adquirido.
En segundo lugar, se consideran las mejoras realizadas al inmueble, ya sea a través de construcción, ampliación, remodelación u otros conceptos similares. Estas mejoras también se suman al costo de adquisición del inmueble.
El valor de enajenación se obtiene al realizar la venta del inmueble y corresponde al monto total recibido por su enajenación. Sin embargo, para determinar la ganancia gravable, se deben restar los gastos y pérdidas relativos a la enajenación, como comisiones pagadas a intermediarios, impuestos sobre la renta y otros gastos directamente relacionados con la operación.
Es importante mencionar que el artículo 112 de la LISR establece que las personas físicas están exentas del pago de impuestos por la enajenación de su casa habitación siempre y cuando se cumpla con ciertos requisitos, como haber utilizado la casa habitación al menos durante los últimos cinco años antes de su enajenación.
En conclusión, el artículo 112 de la LISR es fundamental para determinar el tratamiento fiscal de las enajenaciones de bienes inmuebles. Establece los criterios y requisitos necesarios para determinar si una persona física o moral está sujeta al pago de impuestos por la venta de inmuebles, así como las exenciones aplicables en ciertos casos.
El artículo 113 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR) es una disposición legal que regula el tratamiento fiscal de los ingresos por arrendamiento de bienes inmuebles.
En primer lugar, es importante destacar que este artículo establece que los ingresos obtenidos por arrendamiento de bienes inmuebles están sujetos al Impuesto Sobre la Renta (ISR). Esto significa que las personas o empresas que perciban ingresos por esta vía deben pagar el impuesto correspondiente.
En segundo lugar, el artículo 113 de la LISR también establece que los gastos relacionados con el arrendamiento de bienes inmuebles son deducibles. Esto incluye gastos como el mantenimiento y reparación de la propiedad, los impuestos y las primas de seguros.
Por otro lado, es importante mencionar que el artículo 113 establece que aquellos contribuyentes que obtengan ingresos por arrendamiento de bienes inmuebles tienen la opción de calcular el impuesto a pagar bajo el esquema de flujo de efectivo. Esto significa que pueden deducir los gastos relacionados con el arrendamiento en el momento en que se pagan, en lugar de hacerlo en el momento en que se devenga.
Además, es importante destacar que el artículo 113 también regula el caso de los arrendamientos con opción de compra. En estos casos, el ingreso se considera en el periodo en que se celebra el contrato de arrendamiento y el inversionista debe reconocer y acumular en sus ingresos el monto total de la contraprestación pactada para la opción de compra.
En resumen, el artículo 113 de la LISR establece el tratamiento fiscal de los ingresos por arrendamiento de bienes inmuebles. Este artículo señala que estos ingresos están sujetos al ISR y que los gastos relacionados con el arrendamiento son deducibles. Además, se establece la opción de calcular el impuesto bajo el esquema de flujo de efectivo y se regula el caso de los arrendamientos con opción de compra.
El artículo 111 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR) establece las disposiciones relacionadas con la deducción de impuestos por concepto de pérdidas fiscales.
En primer lugar, el artículo señala que las personas físicas y morales podrán deducir de sus ingresos acumulables las pérdidas fiscales sufridas en años anteriores. Estas pérdidas tendrán un límite de cinco ejercicios.
Además, el artículo establece que las pérdidas fiscales se determinarán de acuerdo con los términos y condiciones establecidos en la LISR. Estas pérdidas deberán ser comprobadas y registradas mediante la presentación de la declaración anual del impuesto sobre la renta.
Es importante destacar que el artículo establece que las pérdidas fiscales sólo podrán ser deducidas de los ingresos del mismo tipo en años futuros. Es decir, no se podrán deducir pérdidas fiscales de un tipo de ingreso para compensar otro tipo de ingreso.
Por otro lado, el artículo señala que las pérdidas fiscales también podrán ser utilizadas para compensar ganancias obtenidas por la enajenación de bienes o derechos.
En resumen, el artículo 111 de la LISR establece las normas y condiciones para la deducción de pérdidas fiscales. Estas pérdidas podrán ser deducidas de los ingresos acumulables en un plazo máximo de cinco años y deberán ser comprobadas y registradas correctamente. Además, las pérdidas fiscales solo podrán ser utilizadas para compensar ingresos del mismo tipo.
El artículo 152 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) es un apartado importante que establece los casos en los que las personas físicas están obligadas a llevar contabilidad y a presentar la declaración anual de impuestos.
En primer lugar, el artículo menciona que las personas físicas que obtengan ingresos por la realización de actividades empresariales están obligadas a llevar contabilidad, sin importar el monto de dichos ingresos. Esto significa que cualquier persona que realice actividades económicas para obtener ganancias debe mantener un registro claro y detallado de sus ingresos y gastos.
Además, el artículo 152 también establece que las personas físicas que obtengan ingresos por actividades profesionales están obligadas a llevar contabilidad, siempre y cuando el monto de sus ingresos anuales sea superior a 2 millones de pesos. Esto implica que si una persona realiza actividades profesionales y sus ingresos superan dicha cantidad, deberá llevar un registro contable para cumplir con sus obligaciones fiscales.
Por otro lado, el artículo menciona que las personas físicas que obtengan ingresos por arrendamiento de bienes inmuebles también están obligadas a llevar contabilidad, independientemente del monto de sus ingresos. Esto incluye a aquellos propietarios que renten casas, departamentos u otros inmuebles a terceros.
Es importante destacar que en el artículo 152 también se establece que las personas físicas que no estén obligadas a llevar contabilidad y presentar la declaración anual de impuestos, podrán optar por llevar un registro de ingresos y gastos de manera electrónica, siempre y cuando cumplan ciertos requisitos establecidos por la autoridad fiscal.
En resumen, el artículo 152 de la LISR determina las actividades económicas que están obligadas a llevar contabilidad y presentar la declaración anual de impuestos. Afecta a las personas físicas que obtienen ingresos por actividades empresariales, profesionales y arrendamiento de bienes inmuebles, estableciendo montos mínimos de ingresos anuales para algunas de estas actividades. Además, ofrece la opción de llevar un registro electrónico de ingresos y gastos para aquellas personas que no estén obligadas a llevar contabilidad.
El artículo 107 de la LISR es un elemento clave en el sistema fiscal mexicano. En este artículo se establecen las bases para determinar el impuesto sobre la renta que deben pagar las personas físicas residentes en México.
En primer lugar, el artículo establece que el impuesto sobre la renta se calculará aplicando una tasa progresiva sobre la renta gravable de cada contribuyente. Esta tasa varía según el nivel de ingresos, siendo más alta para aquellos que ganan más.
Además, el artículo menciona que el impuesto se calculará tomando en cuenta los ingresos obtenidos en el ejercicio fiscal, es decir, durante un año. Esto incluye tanto los ingresos provenientes de actividades empresariales, como los ingresos por salarios, honorarios, arrendamiento, entre otros.
Otro aspecto importante que se menciona en este artículo es la posibilidad de deducir ciertos gastos. Estos gastos deben estar relacionados con la generación de ingresos y deben cumplir con requisitos específicos para poder ser deducibles. Algunos ejemplos son los gastos médicos, los intereses de créditos hipotecarios y las colegiaturas.
Es importante mencionar que el artículo también establece los plazos para presentar la declaración anual del impuesto sobre la renta. Los contribuyentes tienen hasta el 30 de abril del año siguiente al ejercicio fiscal para presentar su declaración, tanto si les corresponde pagar impuesto adicional como si tienen saldo a favor.
En resumen, el artículo 107 de la LISR es fundamental para el cálculo y determinación del impuesto sobre la renta en México. Establece las bases para el cálculo del impuesto, menciona los ingresos sujetos a gravamen, los gastos deducibles y los plazos para la presentación de la declaración anual. Es importante que los contribuyentes lo conozcan y lo cumplan para evitar problemas con las autoridades fiscales.