El Plan General de Contabilidad (PGC) contempla dos modelos de memoria que se aplican tanto al PGC general como al PGC de Pymes. La memoria es un documento que forma parte de las cuentas anuales de una empresa y tiene como objetivo complementar la información proporcionada en el balance y la cuenta de resultados.
El primero de los modelos de memoria contemplados en el PGC es el modelo abreviado, que está destinado a las empresas que cumplen dos de los siguientes requisitos: tener un total de activo inferior a 4 millones de euros, un importe neto de la cifra de negocio inferior a 8 millones de euros y un número medio de empleados inferior a 50.
El segundo modelo de memoria es el modelo normal, que debe ser utilizado por empresas que no cumplen ninguno de los requisitos mencionados anteriormente. Este modelo de memoria es más completo y detallado que el modelo abreviado, ya que requiere proporcionar información adicional sobre los estados financieros, las políticas contables, las operaciones con partes relacionadas, los instrumentos financieros, entre otros aspectos.
En ambos modelos de memoria contemplados por el PGC y el PGC de Pymes, se pueden incluir ciertos ajustes y opciones adicionales según las necesidades de cada empresa. Estas opciones adicionales permiten adaptar la memoria a las características y peculiaridades de cada negocio, como por ejemplo, la inclusión de información sobre la actividad de la empresa, las contingencias y compromisos, los hechos posteriores al cierre del ejercicio, entre otros aspectos relevantes.
La memoria de las PYMES es un documento que recopila y registra toda la información relevante sobre el funcionamiento y los resultados de una pequeña y mediana empresa.
Esta memoria tiene como objetivo principal brindar una visión detallada y completa de la situación y evolución de la empresa, así como de su gestión y estrategias.
En la memoria de las PYMES se suelen incluir diversos apartados, como el informe de gestión, los estados financieros, el análisis de los resultados y la descripción de las principales actividades y logros del periodo evaluado.
Además, es común incluir información sobre el equipo directivo y los empleados, así como sobre los aspectos más relevantes del entorno económico, social y legal en el que opera la empresa.
La memoria de las PYMES es un documento de gran importancia, ya que permite a la empresa hacer una evaluación objetiva y detallada de su desempeño, identificar áreas de mejora y establecer nuevas metas y objetivos.
Además, este documento también es utilizado por los inversores, los bancos y otras entidades financieras como herramienta de análisis y evaluación de la empresa, a la hora de tomar decisiones de inversión o de financiamiento.
En resumen, la memoria de las PYMES es un documento fundamental para el correcto funcionamiento de una pequeña y mediana empresa, ya que permite una gestión más eficiente y un análisis objetivo de su desempeño y resultados.
El Plan de Contabilidad de PYMES se compone de tres partes principales que son: 1. Código de cuentas: Es una lista ordenada y numerada de todas las cuentas que forman parte del sistema contable de una empresa. En esta parte se establecen las normas de codificación y se definen las cuentas según su naturaleza y función. 2. Normas de valoración: Estas normas establecen los criterios para determinar el valor de los elementos patrimoniales y las cuentas de resultados. Se definen los métodos de valoración y se especifican las bases para el registro de las transacciones y operaciones contables. 3. Modelos de cuentas anuales: Son los formatos estandarizados en los que se presentan las cuentas anuales de la empresa. Incluyen el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias y el estado de cambios en el patrimonio neto. Estos modelos facilitan la comparación de información financiera entre diferentes empresas y periodos.
El Plan General Contable es un marco regulador que establece las normas para la contabilidad en España. Está compuesto por cinco partes fundamentales que facilitan la estructuración y presentación de la información financiera de las empresas.
La primera parte es el Marco Conceptual, que establece los principios y conceptos contables que deben seguirse. En esta sección se definen los criterios para reconocer, medir y valorar los elementos que componen los estados financieros.
La segunda parte es el Plan General de Contabilidad, que es el núcleo principal del documento. Aquí se establecen las normas y criterios específicos para el registro de las operaciones contables y la elaboración de los estados financieros. También se incluyen las cuentas que deben utilizarse y la forma de presentación de la información.
La tercera parte es el Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas, que contiene normas simplificadas dirigidas específicamente a este tipo de empresas. Este plan tiene en cuenta las características y necesidades de las pymes, ofreciendo una opción de contabilidad más ágil y sencilla.
La cuarta parte es el cuadro de cuentas, que es una lista detallada de todas las cuentas utilizadas en contabilidad. Aquí se clasifican las cuentas por categorías y se establecen los códigos que las identifican. Este cuadro de cuentas es fundamental para el registro adecuado de las operaciones contables.
La quinta parte se refiere a las Normas de Valoración, que establecen los criterios para determinar cómo se deben valorar los elementos patrimoniales. En esta sección se detallan los métodos y bases específicas que deben aplicarse para medir el valor de los activos, pasivos y patrimonio de la empresa.
En resumen, el Plan General Contable está estructurado en cinco partes que establecen las bases para la contabilidad en España. Estas secciones comprenden el Marco Conceptual, el Plan General de Contabilidad, el Plan General de Contabilidad de Pequeñas y Medianas Empresas, el cuadro de cuentas y las Normas de Valoración. Cada una de estas partes cumple un papel fundamental para asegurar la consistencia y transparencia de la información financiera de las empresas.
El Plan General de Contabilidad (PGC) de PYMES establece la estructura del cuadro de cuentas que deben seguir estas empresas para llevar a cabo su registro contable de manera ordenada y uniforme.
El cuadro de cuentas se organiza de acuerdo a diferentes categorías, permitiendo agrupar de manera lógica y sistemática las distintas cuentas que componen los estados financieros de una empresa. Esto facilita la gestión contable y la obtención de información precisa sobre la situación económica y financiera de la PYME.
El PGC de PYMES establece una serie de categorías principales dentro del cuadro de cuentas, como son las cuentas de activo, de pasivo y de patrimonio neto, de ingresos y de gastos.
En las cuentas de activo se registran los bienes y derechos de la empresa, como por ejemplo los activos fijos, las existencias o las inversiones financieras. Por otro lado, en las cuentas de pasivo y patrimonio neto se reflejan las obligaciones y recursos propios de la empresa, como las deudas con proveedores o los fondos propios.
Además, las cuentas de ingresos y gastos recogen los ingresos y los gastos generados por la actividad de la empresa. Por ejemplo, en las cuentas de ingresos se registran las ventas realizadas, mientras que en las cuentas de gastos se incluyen los costos de producción, los gastos de administración o los gastos financieros.
Cada una de estas categorías principales cuenta a su vez con subcategorías que permiten una clasificación aún más detallada de las cuentas. Por ejemplo, dentro de las cuentas de activo se pueden encontrar subcategorías como el inmovilizado material, el inmovilizado intangible o las inversiones financieras a largo plazo.
Es importante mencionar que el cuadro de cuentas en el PGC de PYMES es flexible y puede adaptarse a las necesidades específicas de cada empresa, siempre y cuando se respeten las categorías y subcategorías establecidas. Esto facilita la personalización y adaptación del cuadro de cuentas a las peculiaridades y particularidades de cada negocio.
En resumen, el cuadro de cuentas en el PGC de PYMES se organiza de manera lógica y sistemática, agrupando las cuentas en categorías principales como activo, pasivo y patrimonio neto, ingresos y gastos. Además, cada categoría cuenta con subcategorías que permiten una clasificación detallada de las cuentas. Esta estructura facilita la gestión contable y la obtención de información precisa sobre la situación financiera de la empresa.