La retención en las facturas se aplica cuando se debe deducir una suma de dinero del valor total de la factura emitida. El objetivo de esta retención es cumplir con las obligaciones tributarias del emisor y del receptor de la factura.
La retención en facturas aplica principalmente en aquellos casos en los que los bienes o servicios adquiridos están sujetos a impuestos como el IVA o el impuesto sobre la renta. Es decir, cuando tienen un valor que debe ser reportado a las autoridades fiscales y sobre el cual se deben pagar impuestos.
Cabe destacar que la retención en las facturas no es una penalización para el emisor de la factura, sino una medida preventiva para asegurar que se cumplan las obligaciones tributarias correspondientes. Es decir, el monto retenido será abonado en el futuro a las autoridades fiscales correspondientes.
La retención en las facturas también puede ser aplicada en casos específicos, como es el caso de las empresas que trabajan para el estado, que tienen que hacer una retención del 2% por cada factura emitida. En este caso, la retención actúa como una garantía para el estado de que el pago de los impuestos correspondientes será realizado.
En conclusión, la retención en las facturas se aplica para cumplir con las obligaciones tributarias del emisor y del receptor. Es una medida preventiva que asegura que se cumplan las normas de tributación, además de ser un mecanismo de garantía de pago para las autoridades fiscales correspondientes.