Un contable es una pieza clave en el funcionamiento de cualquier organización o empresa ya que su trabajo consiste en manejar y mantener la información financiera de la misma. Entre sus funciones principales podemos destacar:
Llevar la contabilidad: El contable debe registrar todas las operaciones económicas y financieras de la empresa, desde ingresos hasta gastos, para tener un control total de las actividades de la organización.
Elaboración de estados financieros: A partir de la contabilidad, el contable debe confeccionar los estados financieros de la empresa, como el balance de situación, la cuenta de resultados y el estado de flujo de caja, para que la dirección pueda tomar decisiones estratégicas de acuerdo con una visión clara de la situación financiera.
Control presupuestario: Es también tarea del contable, la elaboración de presupuestos de ingresos y gastos, de manera que se puedan establecer límites para la actividad económica de la empresa.
Declaración de impuestos: Tanto para cumplir con las obligaciones fiscales, como para evitar errores y sanciones, la tarea de realizar y presentar la declaración de impuestos es una responsabilidad del contable.
Asesoría financiera: El contable debe estar preparado para asesorar a la dirección de la empresa en decisiones financieras, como la búsqueda de financiación o la inversión en nuevos negocios.
En resumen, un contable tiene la función principal de cuidar y optimizar las finanzas de la empresa para que pueda crecer de manera sostenible y cumplir con sus objetivos a largo plazo.