La deducción de la gasolina puede ser una gran ayuda si necesitas reducir tus gastos. Sin embargo, es importante asegurarse de que se está haciendo de la manera correcta y legal. Para empezar, es necesario tener una forma de llevar un registro del kilometraje recorrido y el gasto en gasolina relacionado con el trabajo.
Una de las alternativas más comunes es utilizar una aplicación móvil o una hoja de cálculo de Excel para llevar un registro detallado de las millas que se recorre por trabajo y del gasto de gasolina relacionado. Además, es importante guardar todos los recibos de las compras de gasolina como prueba en caso de una auditoría.
Es importante tener en cuenta que no todos los tipos de viajes pueden deducirse. Solo se pueden deducir los viajes realizados por trabajo, como reuniones con clientes, viajes de negocios o visitas a lugares relacionados con el trabajo. Los viajes personales no son elegibles para la deducción.
Otro aspecto importante es que no todas las empresas ofrecen este tipo de deducción, por lo que es recomendable comprobar con la empresa si existe la posibilidad de deducir los gastos de gasolina. En algunos casos, la empresa puede ofrecer un reembolso en lugar de una deducción.
En resumen, para poder deducir la gasolina es necesario llevar un registro detallado del kilometraje recorrido y del gasto de gasolina relacionado con el trabajo. No todos los viajes son elegibles para la deducción y no todas las empresas ofrecen esta posibilidad, así que es importante asegurarse antes de empezar a deducir los gastos.