El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida que se utiliza en España para suspender temporariamente los contratos de trabajo en situaciones de crisis o emergencia, como la actual pandemia de COVID-19. Esta situación ha generado dudas y preocupación entre los trabajadores sobre cómo afecta el ERTE al cálculo de las vacaciones.
En primer lugar, es importante aclarar que el periodo de suspensión del contrato de trabajo debido a un ERTE no se considera como tiempo trabajado a efectos del cálculo de las vacaciones. Esto significa que los días en los que el contrato está suspendido no se suman al cómputo de los días de vacaciones que le corresponden al trabajador.
Además, los trabajadores afectados por un ERTE no pierden el derecho a disfrutar de sus vacaciones. Aunque no se haya trabajado durante el periodo de suspensión, el trabajador mantiene su derecho a descansar y desconectar del trabajo durante sus vacaciones anuales.
En cuanto al cálculo de la duración de las vacaciones, es importante tener en cuenta que se deben tener en cuenta los meses de trabajo efectivos. Esto significa que si un trabajador ha estado bajo un ERTE durante varios meses, esos meses no se contarán como tiempo trabajado a efectos de calcular la duración de sus vacaciones.
Por último, es importante destacar que durante el periodo de suspensión del contrato, el trabajador no está generando nuevos días de vacaciones. Esto significa que si un trabajador tenía derecho a 30 días de vacaciones al año, pero ha estado en un ERTE durante 3 meses, solamente tendrá derecho a disfrutar de 27 días de vacaciones en ese año.
El Expediente de Regulación Temporal de Empleo, o ERTE, es una medida utilizada por las empresas para hacer frente a situaciones de crisis o causas de fuerza mayor, como la actual pandemia de COVID-19.
Una de las preguntas que suelen surgir en relación a los ERTE es cuántos días nos quitan de vacaciones. Es importante tener en cuenta que cada caso puede ser diferente, ya que todo depende de la duración del ERTE y del convenio colectivo que se aplique en cada empresa.
En general, durante el periodo en el que se encuentra en vigor el ERTE, los trabajadores suelen ver reducidos sus días de vacaciones de manera proporcional. Esto significa que, si un trabajador tenía 30 días de vacaciones al año y el ERTE dura 3 meses, es posible que se le quiten 7.5 días de vacaciones.
Es importante destacar que la empresa está obligada a comunicar de forma clara y transparente a sus trabajadores cómo se van a ver afectados sus días de vacaciones durante la duración del ERTE. Además, según el Real Decreto-ley 9/2020, las empresas que se acojan a un ERTE están obligadas a respetar y abonar las vacaciones pendientes de disfrute a sus empleados una vez finalizado el ERTE.
En resumen, los días de vacaciones que se pueden perder durante un ERTE pueden variar según cada situación, pero en general se verán reducidos proporcionalmente a la duración del ERTE. No obstante, es importante consultar el convenio colectivo aplicable y la información proporcionada por la empresa para conocer exactamente cómo se verán afectadas las vacaciones durante este periodo.
El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de sus empleados debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
En el caso de las vacaciones, durante un ERTE, tanto el trabajador como la empresa están obligados a respetar el calendario vacacional previamente establecido. Esto significa que, si un empleado tiene programadas vacaciones durante el periodo en el que se encuentra en situación de ERTE, seguirá contando con esos días de descanso.
Es importante tener en cuenta que durante el ERTE, el trabajador no está trabajando, por lo que no está generando nuevos días de vacaciones. Sin embargo, los días de vacaciones ya acumulados y reconocidos con anterioridad a la situación de ERTE no se ven afectados.
En caso de que un trabajador haya disfrutado de sus vacaciones durante la situación de ERTE, éstas se considerarán como días de vacaciones consumidos, y no como días de suspensión del contrato. Por lo tanto, el empleado no perderá días de vacaciones por encontrarse en situación de ERTE.
Otro aspecto relevante a tener en cuenta es que, si el trabajador no puede disfrutar de sus vacaciones durante el ERTE debido a la suspensión temporal del contrato, la empresa deberá permitirle disfrutar de esos días una vez se haya restablecido la situación laboral normal. Esto implica que, una vez finalizado el ERTE, el empleado podrá disfrutar de las vacaciones pendientes en las fechas acordadas previamente.
En conclusión, durante un ERTE, las vacaciones ya programadas y reconocidas previamente se mantienen, aunque el trabajador no esté trabajando y no genere nuevos días de descanso. Si el empleado no puede disfrutar de sus vacaciones durante el ERTE, deberán ser garantizadas una vez se haya restablecido la situación laboral normal.
Las vacaciones no disfrutadas por los trabajadores en situación de ERTE plantean una situación particular que puede generar dudas e incertidumbre.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que el ERTE suspende temporalmente el contrato de trabajo, por lo que el trabajador no puede disfrutar de sus vacaciones durante ese período. Esto se debe a que durante el ERTE, el trabajador no está en situación activa de trabajo, por lo que no puede solicitar ni disfrutar de sus días de descanso.
La situación cambia una vez que el ERTE finaliza y el trabajador vuelve a la actividad laboral. En este caso, el trabajador tiene derecho a disfrutar de sus vacaciones no disfrutadas durante el período de suspensión. Es importante señalar que este derecho no se pierde, sino que se pospone hasta que se retome la actividad laboral de manera regular.
En caso de que el trabajador no pueda disfrutar de sus vacaciones no disfrutadas debido a la finalización de su contrato o a cualquier otra circunstancia, tiene derecho a percibir una compensación económica por esos días de descanso no disfrutados. Esta compensación se calculará de acuerdo con el salario y la duración de las vacaciones correspondientes.
En resumen, las vacaciones no disfrutadas por los trabajadores en situación de ERTE se posponen hasta que se retome la actividad laboral de manera regular, y en caso de no poder disfrutar de ellas, el trabajador tiene derecho a recibir una compensación económica.
Las vacaciones en un ERTE parcial se computan de manera diferente a las vacaciones normales. Durante un ERTE parcial, el trabajador tiene derecho a disfrutar de sus vacaciones anuales, aunque la empresa puede modificar su duración. Sin embargo, estas vacaciones se computan de forma proporcional al tiempo trabajado.
Para calcular las vacaciones en un ERTE parcial, se toma en cuenta el tiempo trabajado del trabajador durante el año en curso. Por ejemplo, si un trabajador ha estado en un ERTE parcial durante 3 meses, solo se tomará en cuenta el tiempo trabajado durante esos 3 meses para calcular las vacaciones.
La duración de las vacaciones en un ERTE parcial también puede variar. En circunstancias normales, un trabajador tiene derecho a al menos 30 días de vacaciones al año, pero durante un ERTE parcial, las vacaciones se calculan en función del tiempo trabajado. Por ejemplo, si el trabajador ha trabajado 6 meses en un ERTE parcial, tendrá derecho a la mitad de las vacaciones anuales, es decir, 15 días.
Aunque las vacaciones se computen de manera diferente durante un ERTE parcial, el trabajador aún debe solicitarlas a la empresa y estas deben ser concedidas. Es importante comunicarse con la empresa para acordar las vacaciones y su duración, teniendo en cuenta el período en el que el trabajador ha estado en un ERTE parcial.
En resumen, las vacaciones en un ERTE parcial se computan de manera proporcional al tiempo trabajado, y la duración de las vacaciones puede variar dependiendo de la duración del ERTE parcial. Es fundamental comunicarse con la empresa para acordar las vacaciones y asegurarse de que se cumplan los derechos del trabajador.