¿Cuáles son las causas de un despido objetivo?

Un despido objetivo es aquel que se produce en cumplimiento de una serie de requisitos legales establecidos expresamente en el Estatuto de los Trabajadores. Las causas por las que un trabajador puede ser despedido de forma objetiva son claras y específicas.

En primer lugar, la falta de rendimiento laboral es una de las causas por las que un trabajador puede ser despedido de forma objetiva. Cuando un trabajador no cumple con los objetivos asignados o no realiza su trabajo de manera adecuada y continuada, puede ser despedido por esta causa.

Otra de las causas de despido objetivo es la ineptitud del trabajador para desempeñar las funciones que le corresponden. Si un trabajador no demuestra tener la formación, habilidades o conocimientos necesarios para realizar las tareas que le han sido asignadas, su empleador puede proceder a su despido de manera objetiva.

La falta de asistencia al trabajo también puede ser causa de despido objetivo. Si un trabajador acumula faltas injustificadas o no justifica su ausencia durante más de dos días al mes, su empresa puede llevar a cabo un despido objetivo.

En general, todas las causas de despido objetivo se refieren a la ineficacia o incumplimiento por parte del trabajador de sus obligaciones laborales. Es importante tener en cuenta que el despido objetivo es una medida de último recurso y que siempre debe estar respaldado por las pruebas y justificaciones suficientes para evitar cualquier posible impugnación.

¿Cuándo será procedente el despido objetivo?

El despido objetivo es una medida que puede tomar un empleado en situaciones específicas, siempre y cuando existan causas justificadas. Para que sea procedente, es necesario que se cumplan unos requisitos establecidos en la ley.

Una de las causas principales que justifican el despido objetivo es cuando se produce una ineptitud sobrevenida del trabajador, es decir, cuando este deja de tener la cualificación necesaria para desempeñar su trabajo de forma adecuada.

Otra causa que puede justificar el despido objetivo es la falta de adaptación del trabajador a las modificaciones técnicas o cambios en la empresa, si se dan ciertos requisitos establecidos por la ley.

Además, existen otras causas justificadas para realizar un despido objetivo, como son la disminución continuada de la demanda de los productos o servicios ofrecidos por la empresa o la falta de ingresos, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos previos.

En resumen, para que el despido objetivo sea procedente, es necesario que existan causas justificadas y que se cumplan los requisitos que establece la ley de forma estricta. Si no se cumplen, el despido se considerará improcedente y el trabajador podrá reclamar.

¿Cómo se demuestra un despido objetivo?

Un despido objetivo es aquel que se realiza por motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción que implican la extinción del puesto de trabajo. Para demostrar este tipo de despido, es importante que el empleador siga una serie de pasos que garanticen la legalidad del mismo.

En primer lugar, es necesario que la empresa justifique la necesidad del despido por motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción. Para ello, deberá presentar la documentación necesaria que acredite la situación que lleva a la extinción del puesto de trabajo.

En segundo lugar, debe acreditarse la existencia de un plan de reestructuración, una reorganización de la empresa o una disminución de la actividad productiva que justifiquen el despido. Para demostrarlo, es recomendable que la empresa cuente con un plan de viabilidad económica que avale la necesidad del despido.

En tercer lugar, es importante que el empleador haya realizado una selección objetiva y justa de los trabajadores afectados por el despido. Esto se puede demostrar mediante una evaluación de la trayectoria laboral de los empleados y una comparativa con los criterios objetivos establecidos por la empresa para seleccionar a los afectados.

Finalmente, se debe ofrecer una indemnización al trabajador afectado por el despido objetivo. La cantidad a pagar dependerá de los años trabajados en la empresa y de lo establecido en el convenio colectivo aplicable.

En resumen, para demostrar un despido objetivo es necesario que la empresa justifique la necesidad del mismo por motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción, acredite la existencia de un plan de reestructuración o disminución de actividad, haya realizado una selección justa y objetiva de los trabajadores afectados, y ofrecido una indemnización de acuerdo a lo establecido legalmente.

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