¿Cómo se calculan las exoneraciones por ERTE?

Las exoneraciones por ERTE se calculan en base a las cotizaciones sociales que la empresa habría tenido que pagar si los trabajadores afectados por el ERTE hubieran seguido trabajando. Para ello, se toma como referencia el promedio de las cotizaciones de la empresa en los últimos 12 meses.

Cada trabajador exonerado tiene un límite máximo de exoneración, que varía en función de su salario. Por ejemplo, un trabajador con un salario de 2.000 euros mensuales tendría una exoneración máxima de 1.400 euros mensuales.

La exoneración se aplica al porcentaje de reducción de jornada del trabajador. Por ejemplo, si un trabajador tiene una reducción de jornada del 50%, la exoneración correspondiente sería también del 50%.

En general, las exoneraciones por ERTE se aplican de forma automática a las empresas que hayan adoptado esta medida. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la empresa debe cumplir con ciertos requisitos para poder beneficiarse de estas exoneraciones, como mantener el empleo de los trabajadores afectados por el ERTE durante un determinado período de tiempo.

En resumen, las exoneraciones por ERTE se calculan en base a las cotizaciones sociales que la empresa habría tenido que pagar si los trabajadores afectados hubieran seguido trabajando, y cada trabajador tiene un límite máximo de exoneración en función de su salario. Estas exoneraciones se aplican al porcentaje de reducción de jornada del trabajador, pero la empresa debe cumplir con ciertos requisitos para poder beneficiarse de ellas.

¿Cómo se calcula el ERTE en una nómina?

El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida que se está utilizando en España durante la crisis sanitaria del COVID-19 para reducir la carga laboral de las empresas en situaciones de fuerza mayor. Esto implica una disminución temporal de la jornada de trabajo o bien el cese temporal de la actividad, y afecta tanto a trabajadores a tiempo completo como parcial.

Para calcular el ERTE en una nómina, primero se debe tener en cuenta la base reguladora de cada trabajador, que es el salario diario que se tiene en cuenta para determinar la cuantía de las prestaciones por desempleo en caso de que se produzca. Una vez se tiene esto, se aplica la fórmula correspondiente en función del tipo de ERTE que esté aplicándose.

Por ejemplo, en el caso de un ERTE de reducción de jornada, la nómina se calcula según la fórmula siguiente: salario base x (horas trabajadas / horas contratadas) x 30 días. Es decir, se multiplicará el salario base por la proporción de horas trabajadas y se multiplicará por treinta días para obtener la nómina mensual.

En cuanto a las cotizaciones a la seguridad social, estas se calculan sobre la base del salario que efectivamente se abona al trabajador, es decir, después de aplicar la reducción correspondiente. Además, en el caso de un ERTE de suspensión de actividad, las cotizaciones a la seguridad social deben ser asumidas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) durante el periodo de la suspensión.

¿Cómo se cotiza a la Seguridad Social en un ERTE?

Ante la situación actual de crisis sanitaria, muchos trabajadores se han visto afectados por un ERTE, lo que ha generado dudas e inquietudes respecto a la cotización a la Seguridad Social. En este sentido, es importante conocer cómo funciona este proceso para poder estar informados y tomar decisiones adecuadas.

En primer lugar, es necesario destacar que durante un ERTE los trabajadores no pierden su condición de afiliados a la Seguridad Social, por lo que seguirán cotizando como lo hacen habitualmente. No obstante, la cotización varía en función de las condiciones que establezca la empresa y el tipo de ERTE que se haya aplicado.

Es importante tener en cuenta que la empresa debe seguir cotizando a la Seguridad Social por los trabajadores afectados en el ERTE, ya que estos mantienen su condición de afiliados en situación de suspensión temporal del contrato. Por tanto, la empresa deberá seguir pagando las cuotas correspondientes a la Seguridad Social como si los trabajadores estuvieran activos.

En este sentido, dependiendo del tipo de ERTE aplicado, puede haber una reducción en la cotización de las empresas a la Seguridad Social. Por ejemplo, en un ERTE por fuerza mayor, las empresas pueden verse exoneradas del pago de cotizaciones a la Seguridad Social durante el tiempo que dure la suspensión temporal.

También es importante destacar que los trabajadores afectados por un ERTE no pueden hacer aportaciones a la Seguridad Social durante el tiempo que dure la suspensión temporal del contrato. Así, durante ese periodo no se cotizará por las retribuciones que percibían antes de la suspensión, lo que puede afectar a su futura pensión.

En conclusión, es fundamental estar informados y conocer cómo se cotiza a la Seguridad Social durante un ERTE. La empresa deberá seguir cotizando por los trabajadores afectados y dependiendo del tipo de ERTE, puede haber exenciones en las cotizaciones. Los trabajadores, por su parte, no harán aportaciones durante el tiempo de suspensión, lo que puede afectar a su futura pensión.

¿Que paga la empresa por un trabajador en ERTE?

Un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es una medida laboral que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados cuando atraviesan una situación económica difícil por causas externas. Aunque la empresa no despide a sus empleados, durante el ERTE se reducen o se eliminan los salarios, pero ¿qué paga la empresa en esta situación?

En primer lugar, la empresa debe seguir pagando las cotizaciones a la Seguridad Social y las prestaciones por desempleo, aunque solo en función de las horas trabajadas. Es decir, si la jornada laboral de un trabajador se reduce un 50%, la empresa solo tendrá que pagar la mitad de las cotizaciones y prestaciones correspondientes.

Por otro lado, durante el ERTE, el trabajador tiene derecho a recibir una prestación por desempleo que cubra el tiempo que no está trabajando. Esta prestación se calcula en base a la base reguladora de la nómina y el período que se esté en ERTE. La empresa no está obligada a pagar nada adicional al trabajador en este caso.

En resumen, durante el ERTE, la empresa solo paga las cotizaciones y las prestaciones por desempleo correspondientes al tiempo trabajado, mientras que el trabajador recibe una prestación por desempleo determinada por el período en situación de ERTE. Es importante tener en cuenta que esto puede variar en función de las condiciones establecidas en el convenio colectivo o las negociaciones con los representantes de los trabajadores.

¿Cómo se calcula el ERTE parcial?

El ERTE parcial es una medida laboral de tipo temporal que se aplica en situaciones en las que una empresa no puede mantener la carga de trabajo previa debido a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.

Para calcular el ERTE parcial, se basa en la reducción de la jornada laboral y la disminución del salario a percibir por el trabajador.

El cálculo se realiza en base al porcentaje de reducción de la jornada laboral, que nunca puede superar el 70% de la jornada previa. El trabajador percibirá el salario proporcional a las horas trabajadas y el correspondiente al tiempo de no trabajo que se ve afectado.

El cálculo del salario se realiza en función de la base de cotización de la Seguridad Social del trabajador, aplicando una proporción entre las horas trabajadas y las horas no trabajadas.

En cuanto a las prestaciones a recibir, estas se calculan en base a la situación laboral y económica del trabajador y la reducción de su jornada. En el caso de los trabajadores fijos discontinuos, el cálculo de la prestación se basa en la base de cotización del periodo laboral previo.

En resumen, el cálculo del ERTE parcial se basa en reducir la jornada laboral y el salario, manteniendo siempre unos límites legales, y en aplicar una proporción entre horas trabajadas y no trabajadas para calcular el salario del trabajador.

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