¿Cómo funciona un ERTE con reducción de jornada?

Un ERTE con reducción de jornada es una medida adoptada por las empresas, en situaciones de crisis o de fuerza mayor, para poder reducir sus costes laborales.

Esta modalidad de ERTE permite a las empresas mantener a sus trabajadores contratados, pero con una reducción en la jornada laboral, lo que significa que se trabajarán menos horas a la semana y, por ende, se recibirá un salario proporcionalmente menor.

Para llevar a cabo un ERTE con reducción de jornada, la empresa debe seguir un procedimiento legal y negociar con los representantes de los trabajadores. Es importante tener en cuenta que los trabajadores afectados por el ERTE tienen derecho a una compensación económica y a la protección de su puesto de trabajo.

Es fundamental que la empresa comunique de manera clara y precisa a sus trabajadores los cambios en su jornada laboral y en su salario, así como la duración del ERTE. Además, deberá presentar una solicitud ante el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para que se reconozca el ERTE y conceda las prestaciones por desempleo a los trabajadores afectados.

En definitiva, un ERTE con reducción de jornada puede ser una solución temporal para las empresas que atraviesan una situación económica difícil, aunque debe realizarse siguiendo los procedimientos legales y garantizando los derechos de los trabajadores.

¿Cómo afecta un ERTE a un trabajador con reducción de jornada?

Un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es una situación excepcional en la que una empresa puede suspender temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados debido a situación económica, técnica, organizativa o de producción de la empresa.

Si un trabajador ya se encontraba en una situación de reducción de jornada, el ERTE afectará de manera diferente en función de la duración y el alcance del mismo. Si el ERTE afecta a toda la plantilla, el trabajador con reducción de jornada también se verá afectado en la misma proporción.

En cambio, si solo se aplica el ERTE a un sector concreto de la empresa, el trabajador con reducción de jornada podría verse afectado de manera indirecta, ya que la empresa podría decidir aumentarle la jornada en otros días.

En cualquier caso, el trabajador con reducción de jornada seguirá manteniendo su derecho a percibir la parte proporcional de la prestación por desempleo durante el tiempo suspendido. Además, se le reconocerá el tiempo trabajado al 100% en aquellos días en los que aumente su jornada.

En conclusión, un ERTE puede afectar de manera diferente a un trabajador con reducción de jornada en función de la duración y el alcance del mismo, pero se le reconocerán los derechos correspondientes tanto en el caso de suspensión total como en el caso de aumento de jornada en otras fechas.

¿Cómo se calcula el ERTE con reducción de jornada?

El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) es una medida que permite a las empresas hacer frente a situaciones excepcionales que afectan a su actividad económica. Si bien es una herramienta muy útil en momentos de crisis, también es importante conocer cómo se calcula el ERTE con reducción de jornada.

En primer lugar, es necesario señalar que la reducción de jornada es una de las medidas posibles en el marco del ERTE. En este caso, la carga de trabajo y, por ende, la remuneración que le corresponde al trabajador, se reduce en una proporción determinada.

El cálculo del ERTE con reducción de jornada es sencillo. Básicamente, el trabajador cobrará un porcentaje proporcional a su jornada laboral. En otras palabras, si la reducción de jornada es del 50%, cobrará la mitad de su salario habitual.

Por ejemplo, si Juan trabaja 40 horas semanales y la empresa le aplica un ERTE con una reducción de jornada del 50%, entonces pasará a trabajar 20 horas semanales. Como resultado, Juan cobrará la mitad de su sueldo habitual al final del mes.

¿Cuánto se cobra en un ERTE con reducción de jornada?

Un ERTE con reducción de jornada es una modalidad de suspensión temporal del contrato de trabajo que implica una reducción de las horas trabajadas y, por lo tanto, una disminución del salario. En este tipo de situación, el trabajador cobra una parte proporcional del sueldo que debería recibir si estuviera trabajando a jornada completa.

El cálculo del salario en un ERTE con reducción de jornada se realiza en función del porcentaje de reducción de la jornada laboral. Esto quiere decir que si el salario mensual bruto de un trabajador es de 2.000 euros y se produce una reducción del 50% de la jornada laboral, el salario se verá reducido a la mitad, es decir 1.000 euros.

Es importante destacar que en los ERTE con reducción de jornada, el trabajador puede solicitar el pago de la prestación por desempleo correspondiente a la reducción de la jornada laboral realizada. De esta manera, el trabajador puede obtener un ingreso adicional que le ayude a hacer frente a los gastos corrientes mientras dure la situación de suspensión temporal del contrato.

En conclusión, en un ERTE con reducción de jornada se cobra una parte proporcional del salario en función del porcentaje de reducción de la jornada laboral, y se puede solicitar el pago de la prestación por desempleo correspondiente a la reducción de la jornada laboral realizada.

¿Cómo se consume el paro en caso de ERTE de suspensión o de reducción de jornada?

El paro es un recurso importante para aquellas personas que han perdido su trabajo y necesitan dinero para cubrir sus necesidades básicas. En el caso de los trabajadores afectados por un ERTE de suspensión o de reducción de jornada, también pueden acceder al paro siempre y cuando cumplan los requisitos necesarios.

Si el trabajador está en un ERTE de suspensión, es decir, que no está trabajando durante un tiempo determinado, puede solicitar el paro y consumirlo en su totalidad. Para ello, es necesario que haya cotizado al menos 360 días dentro de los últimos seis años. El tiempo que el trabajador consuma del paro durante el ERTE se descontará del total del paro al que tendría derecho en caso de no haber sido afectado por un ERTE.

En el caso de un ERTE de reducción de jornada, el trabajador solo podrá consumir el paro por las horas que haya dejado de trabajar. Es decir, si ha reducido su jornada a la mitad, solo podrá consumir el paro por la mitad de su jornada anterior. Además, debe cumplir los mismos requisitos de cotización que en el caso del ERTE de suspensión.

Es importante mencionar que el consumo del paro durante un ERTE no afecta a los periodos de carencia de los trabajadores ni a la duración total del paro al que podrían acceder en caso de no haber sido afectados por el ERTE. También es posible que los trabajadores afectados por un ERTE puedan solicitar la ayuda extraordinaria por COVID-19 ofrecida por el Gobierno, la cual no afecta al consumo del paro.

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